martes, 8 de abril de 2008

Si alguien dice tu nombre...


A veces, caminando por alguna calle, algún parque, donde sea, alguien dice tu nombre, y siempre, ¡siempre! me giro. No estás, hace años que no estás, casi debería haberte olvidado por completo, pero no puedo evitar reconocer tu nombre entre los sonidos y buscar su origen. Por eso, el otro día en el metro, cuando unos chicos que iban hablando a mi lado mencionaron tu nombre, tuve que mirar a quien era poseedor de él. Cuando eso ocurre, ciertas imágenes vienen a mi mente, borrosas, tan borrosas, que ya se han hecho casi sentimientos. Te veo, bueno, veo la imagen de nosotros dos jugando con dos espadas de plástico, sobre el poyo que separaba la piscina del hotel y la playa. Como dos corsarios, apenas mayor yo que el tamaño de mi espada, luchamos mientras reímos y miramos a la cámara. Y me llegan otras imágenes que se confunden con las viejas fotos.

Asocio tu recuerdo al poema de María Cegarra Salcedo, aquel que dice algo así como “nadie nunca dijo, ha dicho, mi nombre como tú”. No es porque tú dijeras mi nombre de forma especial, que no recuerda que fuera así, sino porque el nombre, en esos versos, cobra vida y se convierte en algo absolutamente identificativo y único de una persona. Como si el nombre, digo, fuera tan claro como la piel que lo encierra. Así que digo tu nombre dos veces, y parece que estás ahí, desnudo de palabras necias y sucias.

Y recuerdo tus extensas cartas, en especial aquella tan larga escrita con la vieja máquina de escribir que teníamos. ¿Sabes que yo la utilicé hasta la resistencia casi subversiva? Al final me resultaba muy difícil encontrar cinta de tinta de recambio y, luego, además, era muy difícil poner en la máquina. Te gustaba escribir con máquina, por lo menos no te recuerdo escribiendo en el ordenador. Imagino que, en parte, yo escribía también en esa máquina por ti. ¿Te acuerdas que las teclas se quedaban atascadas si golpeabas dos a la vez? Yo jugaba a acumular todas las teclas hasta que volvían a su sitio por el peso. La máquina está ahora en el desván, creo. Como en el desván hay tantas cosas de entonces, y en el silencio tantas de ahora.

¿Sabes? Creo que en la vida tenemos que tomar decisiones, elegir formas de vivir, de relacionarnos, etc. El tiempo juega con nosotros, casi diría que se ríe de nuestras decisiones, y nos devuelve a aquello que juramos dejar atrás, y luego nos aleja de lo que pretendimos ser. Cambiar es humano, de hecho creo que es de las cosas más humanas, y creo, también, que lo podemos hacer ya que ciertas cosas permanecen, porque son ajenas a nuestras decisiones. Los sentimientos saben de qué hablo. Sobre los sentimientos no podemos decidir, pero sí lo podemos hacer respecto a cómo sobrellevarlos, cómo evitarlos, alejarnos, desearlos, todo eso puede llegar a mover esa inmensa fuerza que son los sentimientos, pero no te equivoques, éstos tienen un latir propio, y la mente sólo puede soñar que los domina. El tiempo dirá si vuelves o ya es tarde, todo eso lo dirá el telar de las parcas, pero ciertas cosas ya no van a volver, porque esas cosas se dan en momentos determinados, y si no se dieron en esos momentos, ya no se repetirán. Por eso debemos sonreírnos ante nuestras más fieras decisiones.

Voy a seguir trabajando, que ya es tarde. Me gustaría decir te que estoy escribiendo un libro, que no es gran cosa, pero creo que te gustaría saberlo, pues los dos somos escritores. Porque sí, porque muchos años han pasado y, efectivamente, no eres en mi vida más que unos siempre inoportunos recuerdos, pero por lo que te he dicho antes, porque los sentimientos habitan en nosotros como la naturaleza más persistente que quiebra el hormigón de la mano humana, por eso, cuando la ventana de tu recuerdo se abre con la voz de alguien, aunque acudo rápido para cerrarla otra eternidad, no puedo evitar mirar a través del siempre distorsionado cristal del recuerdo perdido y esbozar una lejana sonrisa.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

im presionante :)
¡Qué bonito!
Que forma de amar lo perdido...

Anónimo dijo...

Es una pena pero del amor al odio solo hay un paso ,y de hecho la mayoria de veces es una mezcla , nunca dejas de querer a las personas aunque su presencia te haga sufrir , aunque estar a su lado sea perjudicial y hayas decidido desterrarla de tus dias.El amor siempre queda y que decir de su recuerdo , pero a veces es lo mejor , dejar a esa persona como eso , mejor o peor e intentar perdonarla para que así , cuando algo como un olor , una canción o simplemente como dices su nombre ,te haga recordar lo bueno ,los momentos vividos, el cariño que siempre le tendrás.
Importante saber estar con las personas que aun guardamos , que aun quieren estar a nuestro lado o que nosotros decidimos mantener. Mirar en el presente y cuidarlo es señal de un pasado bien aprendido.

Sergio

Anónimo dijo...

Aynnn… no sé por qué demonios necesitas tanto que te escriban comentarios javi. No necesitas que elogien tus virtudes porque por suerte o por desgracia tú eres un gran conocedor de ellas. No soporto engreír a las personas (herencia maoísta), y comentar algo que escribes es siempre lanzarte elogios, aunque a veces los disfrace con esas diarreas tan chulas que me salen por la boca (en su defecto por los dedos), pero sólo son eso… diarreas y mierdas chorretosas que serían la delicia de mis amigos coprófagos y coprofílicos. De todos modos, como tú tienes un corazoncito (YO NO) supongo que necesitarás de vez en cuando que te digan cosas lindas y eso.

Te insistí mogollón en que escribieses algo así, exactamente como lo que has escrito, y lo has hecho, así que GRACIAS. Tú me decías: “Antonio, pero si hay cosas cien mil veces mejor que lo que yo escribo”. Es verdad, hay cosas mejores… no nos engañemos… pero es que yo conozco a Neruda, ni a Lorca, ni a Poe, ni a Baudelaire, ni a Saint-Exupéry, porque el que, supongo yo, tendrás devoción. El problema de esos textos tan maravillosos es que yo no conozco a sus autores, pero a ti sí que te conozco…. Bueno, te medio-conozco, pero sé quien eres, te he visto, sé cosas de ti y no me cuesta demasiado trabajo ver tu vida y tu día a día en lo que vas colgando por aquí. Para mí…. (ODIO LO QUE VOY A SOLTAR AHORA) eres el “escritor perfecto” porque te inmolas en el texto que escribes y yo puedo contemplar ese sacrificio. Hay una metamorfosis en la que dejas de ser mi amigo para convertirte en el autor de los textos que leo…, pero al mismo tiempos sigue siendo el mismo javi quien escribe. em fin, lo que te quiero decir es que te reconozco en lo que escribes…. Y eso me provoca UN PLACER INMENSO. Supongo yo que a tu comunidad de drugos bienpensantes les pasará lo mismo.

Cuando leía lo que has escrito aquí he sabido de lo que hablabas. Identifiqué esa historia de alguna manera y veía todo lo personal que hay en ella. Es como si te hubieses abierto en canal y empezado a meter las vísceras por la pantalla del ordenador. Te has inmolado… con este texto te has inmolado, y bueno, yo he tenido la suerte de ojear el final del proceso. He leído el comentario de Sergio y ratifico y subrayo eso de que del amor a odio no hay apenas distancia. Cuando amo también odio, y si odio a alguien es porque, a mi pesar, me importa demasiado el ser odiado, si no fuese así lo castigaría con el olvido y la indiferencia más atroz que pudieses imaginarte…. Y lo que dices de los nombres… ay dios…. Si los nombres propios definiesen y encerrasen perfectamente a la persona me pasaría el día diciendo: tiago tiago… Jaime Jaime, dani dani…. En fin javi, confórmate con observar a los poseedores de ese nombre o haz algo más que eso y dile a esa persona algo, aunque sean 10 palabras nada más, por ejemplo: “Quería decirte que estoy escribiendo un libro. Soy escritor, como tú” (al final fueron once)

Gracias…. y ya vale de sensiblerías pequeñoburguesas joder:

VIVA LA PATRIA SOCIALISTA QUE AUN ARRASTRA LA DELICIAS DEL ESTADO SOVIÉTICO.
http://www.youtube.com/watch?v=8dRqmecvh1M&feature=related

Anónimo dijo...

Buaaa, me encanta que tengas amigos como el del comentario de arriba que te dicen cien mil veces mejor que yo lo bien que escribes...
Que gran don tienes Javi...
Un beso

Anónimo dijo...

me encanta que tengas amigos como el anónimo que acaba de escribir ahora.

Anónimo dijo...

Oye entonces que mañana sabado a las 14:00 en la estatua del Turia dentro de la plaza de la Virgen, me lo pasaré bien contigo Javitxu, me recuerdas?, soy el chico de hace 1 año... no sabes las ganas que tengo de verte...he venido expresamente para ti...

Anónimo dijo...

un beso, guapo. acabo de llegar a casa. estoy matado, luego hablamos espadachin. seguro que conquistaste muchas clonias con esa espada;)

Anónimo dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=lnv47orMiUs